… porque la madera es uno de los materiales más sanos que existen.
Constructivamente hablando, actúa como regulador natural del ambiente interior, es un material vivo que “respira” y así ayuda a la ventilación; estabiliza la humedad, filtra y purifica el aire; es cálido al tacto y absorbe el sonido. No trastorna los sutiles campos eléctricos y magnéticos naturales como la mayoría de los otros materiales. En su aspecto psicológico y emocional conecta al hombre con la naturaleza haciendo resaltar sus conexiones biológicas.
La madera, en todas sus presentaciones, y siempre que esté exenta de productos de tratamiento tóxicos, crea ambientes agradables y acogedores. Una casa con madera es mucho más sana, acogedora y agradable que las de materiales como el hormigón y los materiales sintéticos, fríos o impersonales. Es cálida y relajante y evita el posible efecto de caja de Faraday que produce los fenómenos de sobreexcitación, nerviosismo, depresión tan frecuente en las viviendas modernas y especialmente en las oficinas. Ofrece así mismo cualidades neutralizadoras cuando es tratada con ceras naturales y esencias.
Su calidez, nobleza y versatilidad hace de la madera un material muy versátil utilizado en estructuras, cerramientos, revestimientos, pavimentos, piezas de mobiliario y de decoración.
Espero os gusten algunos de los ejemplos que comparto a continuación.